NEGRO AGUIRRE ROA
NEGRO AGUIRRE ROA
Insignes textos como la biblia comienzan su narrativa desde la más absoluta negrura, “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo”. Pensamos en negro y oscuridad cuando nos es imposible divisar alguna otra cosa. Sin embargo, artistas como Louise Nevelson le daban también connotaciones optimistas a este color “Cuando me enamoré del negro, no era una negación, era una aceptación, porque el negro abarca todos los colores”.
El negro es un color dual, presto a seducir al ojo desde la integración de las formas, así como también sugerir la ausencia de éstas. Lo asociamos al término de una etapa, al final, al duelo, es determinante, el negro es un color estable y objetivo.
No por nada es el color que no pasa de moda a través de las eras, al ser el valor más alto en la escala de grises, permite contrastes exactos: sean las pieles claras o morenas, jóvenes o maduras, siempre destacarán gracias al juego de claros con oscuros de la vestimenta. El negro denota personalidad, mientras que la ropa colorida y excéntrica en muchas esferas se relaciona a lo superficial, el negro tiene un aura solemne, bien decía Gianni Versace “el negro es la quintaesencia de la simplicidad y la elegancia”.
También en el área del diseño y la mecánica es un color que transmite solidez y coherencia ¿Acaso no parecen más seguras y pesadas las cajas de almacenaje negras que las cajas blancas, cuya apariencia tiende a verse más ligera? Cuando en 1971 se inauguró la capilla Rothko en Houston, con obras precisamente del mencionado artista, no fue casualidad que ésta estuviese llena de grandes y expresivos cuadros negros, un centro que convoca a todas las religiones, donde cada lienzo puede interpretarse desde cualquier lenguaje y a la vez ninguno, parece simplemente brillante. Reflexionar en el negro es devolver la mirada a la intimidad del mundo, si el blanco se abre a la luz y expande los espacios, el negro genera una noción intimista y cercana de las cosas.
Especialmente en el arte es más común conseguir obras escultóricas que pinturas negras, ya sea por su cualidad tridimensional que recibe luz y sombra desde distintas áreas, permitiendo que el negro posea dimensión en sí mismo, por su elegancia integradora que unifica las formas en un solo elemento, o por la oxidación propia del bronce en algunas esculturas de tal material, cualidad plástica de gran belleza que ofrece matices cálidos y sutiles en la superficie lustrada.
En la entrada de Museo Ralli Santiago se puede observar una escultura de tales condiciones, “Diálogo desnudo” de Mario Aguirre Roa, que presenta a dos mujeres conversando en una postura cotidiana. Ambas se encuentran desnudas tal y como lo propone su título, una parece contar un secreto mientras la otra mira de frente al horizonte, subrayando con su mirada la valiosa información que escucha en silencio.
Imagen obra #ColecciónRalli | Museo Ralli Santiago
Ya sea por el tinte poético de la escena o por la poesía implícita de ubicar la obra en la entrada del museo, convocando a los espectadores a un diálogo cercano, ambos personajes bañados de negro y luz solar a la interperie parecen salidas de un paisaje costumbrista, que no necesita colores para extenderse ante nuestros ojos.
La forma cruda con la que Aguirre Roa trabaja el material dejando texturas prestas a evidenciar matices, así como la honestidad del desnudo que revela carnes voluptuosas y rasgos americanistas en sus personajes, es una de las más bellas manifestaciones de humanidad utilizando con sensibilidad el bronce oscuro, pulido, negro.
Y esto no es excluyente, la mayoría de las esculturas del artista tienen dos o hasta tres personajes participando de una charla o un momento especial, véase por ejemplo “Las Chismosas” en donde tres mujeres hablan entre sí conectadas por sus manos que hacen un diálogo cómplice entre sus cuerpos comunicándose con familiaridad, un despliegue de negro las aísla del exterior, haciéndolas parte de su propio universo.
Imagen obra #ColecciónRalli | Museo Ralli Santiago
Pero incluso en soledad (véase desnudo en banco), sus personajes siempre evidentes en el espacio, presentes gracias al contraste del negro con la calidez de la luz diurna, se sienten como un extracto de algo mucho más grande, al que basta acercarse para sentirse súbitamente sumergido en un espacio de silenciosa contemplación.
Imagen obra #ColecciónRalli | Museo Ralli Santiago
Cabe destacar que éstas no son las únicas obras de Aguirre Roa exhibidas en las salas de Museo Ralli Santiago, y bien conviene darse una vuelta por sus pasillos, descubriendo los acentos de esculturas negras crudas, honestas, sensibles, entre pinturas y obras gráficas llenas de narrativas y colores. A modo de punto y aparte, como una pausa, como un borde que nos acerca a nosotros mismos y nos detiene, como la mujer en la bicicleta con una tortuga en la cabeza, dejando que toda la gama de colores pase a su lado, mientras ella -en lentitud- observa la dulzura que puede haber en los rincones más tenues del mundo.
Imagen obra #ColecciónRalli | Museo Ralli Santiago
Sara Viloria
Artista Visual
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[CÁPSULA DE COLOR 8: "NEGRO AGUIRRE ROA"]
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